En Tinogasta, los vecinos debían votar mañana si aceptaban o rechazaban una mina en esa zona. Pero la Corte catamarqueña prohibió el plebiscito, al considerar que es “inconstitucional”.
La Corte Suprema de Catamarca invalidó ayer la consulta popular por la explotación minera del uranio en Tinogasta que se iba a realizar mañana. El presidente del máximo tribunal, Ernesto César Oviedo, determinó la “inconstitucionalidad” del voto popular en ese tema, y avisó que, de realizarse igual, los votantes incurrirían en un delito penal por desoír una orden judicial. El intendente de Tinogasta, Hugo Avila, había llamado a plebiscito por las denuncias ambientales de los vecinos, autoconvocados contra la explotación del uranio. Una empresa australiana ya realizó exploraciones en la zona y la posibilidad de que comience su actividad provocó la reacción vecinal. Al tema ambiental y el jurídico, se suma el político: Avila, opositor al gobierno provincial, perdió la Intendencia por seis votos ante el candidato oficialista.
La consulta proponía que los vecinos votaran en forma no obligatoria ni vinculante por el “sí” o “no” a la explotación de uranio a cielo abierto en un paraje a 12 kilómetros del centro de esa localidad, y había sido aprobada por el Concejo Deliberante el pasado noviembre. Al amparo del artículo 128 de la Constitución Nacional, que determina que “corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio”, la Fiscalía de Estado de Catamarca presentó a la Corte de esa provincia un pedido de no innovar. El tribunal dictó la medida cautelar aduciendo que el municipio no tiene ingerencia en políticas económicas provinciales.
El trasfondo del conflicto es la relación política entre Avila, el intendente justicialista saliente, y el gobierno del Frente Cívico Social en el Ejecutivo de la provincia. En las últimas elecciones municipales, Avila perdió su cargo por una diferencia de seis votos ante el candidato oficialista, Amado Quintar. Por la estrecha diferencia, Avila pidió un recuento que le fue negado por la Justicia electoral.
De todos modos, el conflicto surgió a raíz del impacto ambiental que puede provocar una explotación de uranio a cielo abierto por parte de la empresa australiana Jackson Global Limited. Ese procedimiento produce la desintegración espontánea de los átomos del mineral y la emisión de una radiación. Según amplió el coordinador ambiental de los “Autoconvocados por la Vida en Tinogasta” y miembro de Greenpeace Argentina Pablo Herrera, el uranio “despide Radón, que tiene cuatro días de durabilidad y luego de ello desprende un tipo de radioactividad que se deposita en las células vivas”. Es decir: el radón es cancerígeno para todos los seres vivos, y su contaminación alcanza aire, agua y suelo de la región donde se produce.
Según explicó Herrera a Página/12, la comunidad no está en contra de la minería, sino “en contra de su uso irresponsable”. En ese sentido, explicó que “si se explotara en forma subterránea, el daño ambiental sería menor”. El problema es que ese tipo de tratas del mineral es “muy costoso”, porque implica “hacer galerías”, y frente a ello “los empresarios prefieren volar cerros o lo que sea y listo”, denunció el ambientalista. Lo que no se debe perder de vista, es que el uranio es un mineral estratégico que sirve “tanto para bombas atómicas, como para la medicina y química nuclear”.
Por otra parte, en el terreno que debería ser explotado hay ruinas del llamado “Camino del Inca”, que serían destruidas, al igual que la zona que se extiende desde el pie del Cerro Tamatina hasta las termas de Fimabalá. Para Herrera, la destrucción sería también “arqueológica”.
La regional de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) con asiento en Salta había resuelto la semana pasada suspender la exploración de la mina Franca de uranio en Fimabalá, al norte de Tinogasta, debido a la movilización vecinal. Según el intendente electo, Simón Quintar, la exploración se suspendió “para concientizar a la población sobre los temas mineros, para que tengan más información y claridad sobre la explotación” del uranio. En cambio, la abogada de “Autoconvocados por la Vida en Tinogasta”, Verónica Saldaño, apuntó que “si la exploración está detenida es porque se completó esa etapa y no en respuesta al reclamo” de los pobladores locales.
Anoche, los vecinos expresaron su rechazo a la medida judicial con un festival “para manifestar las voluntades del pueblo en contra de la explotación minera a cielo abierto y la contaminación”.
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