lunes, 8 de octubre de 2007

Amplio rechazo en el Congreso de Parques al manual de minería

Fue presentado ayer en el encuentro de Bariloche y despertó profundas críticas por parte de los representantes de áreas protegidas de varios países de Latinoamérica que participan.



SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Un contundente rechazo al "Manual de buenas prácticas mineras" y la evaluación positiva de los pueblos originarios sobre su participación en el encuentro fueron dos de las definiciones trascendentes que surgieron del Segundo Congreso Latinoamericano de Parques Nacionales y otras áreas protegidas.

El encuentro concluirá hoy con la presentación de tres documentos finales que fijarán las pautas para la región en materia de conservación: la Declaración de Bariloche cuyo borrador se conoció el miércoles, las recomendaciones técnicas y las conclusiones del Congreso. La difusión anticipada de la declaración avivó el debate entre los participantes que ayer dedicaron a enriquecer el texto.

La disertación sobre "minería responsable", donde se difundió el "Manual de buenas prácticas", permitió palpar el profundo rechazo que despierta la actividad en distintos segmentos populares y conservacionistas de Latinoamérica.

Con una lluvia de críticas, pobladores locales y representantes de los países participantes del Congreso descartaron las "buenas intenciones" de las empresas y advirtieron lo "ingenuo" de intentar frenar la contaminación con un manual.

La presentación de la "Guía de Buenas Prácticas para la Minería y Biodiversidad", del Internacional Council on Mining & Metal, estuvo a cargo de la directora del medio ambiente del Concejo Internacional sobre Minería y Metales, Cristine Copley.

El manual, destinado a ayudar a las mineras, habla de "construcción de nuevos consensos entre las empresas y la sociedad civil", de "mitigar el impacto sobre la biodiversidad", "no crear falsas expectativas al hablar de remediación" y "limitar muy claramente las responsabilidades". También explica por qué "tener en cuenta la biodiversidad favorece los negocios".

La exposición transcurrió sin sobresaltos hasta que dio paso al debate.

Casi todas las preguntas e intervenciones dieron cuenta del alto nivel de rechazo a las empresas mineras en cada uno de los países de Latinoamérica.

Los guardaparques argentinos explicaron cómo los proyectos mineros amenazan gravemente algunas áreas protegidas.

Un participante francés puso la mira en lograr que las empresas no contaminen, mientras que el funcionario venezolano Hildebrando Arango pidió pruebas de regeneración de un ecosistema después de un alto impacto.



Los pueblos originarios



En otro ámbito del 2º Congreso los representantes de los pueblos originarios ponderaron los encuentros sostenidos con las autoridades de Unión Mundial para la Naturaleza, la Comisión Mundial de Areas Protegidas y la Administración de Parques Nacionales.

También auguraron el desarrollo positivo de las propuestas de manejo de las áreas protegidas en Territorios Indígenas.

En igual sentido el asesor global en Políticas Sociales, Gonzalo Oviedo, confío en que "a futuro se van a construir alianzas sólidas entre el Movimiento Indígena y las organizaciones conservacionistas".

En una entrevistas brindada al diario del Congreso, el técnico reconoció que "uno de los problemas más serios es que en la mayoría de los países de América latina tenemos políticas de áreas protegidas obsoletas, que no reflejan las realidades actuales". Oviedo centró el problema en los responsables de producir los cambios legislativos: "Esos cambios los hacen los congresos que son los espacios más ineficientes para avanzar en la solución de estos problemas".


http://www.rionegro.com.ar/diario/2007/10/06/200710v06s08.php

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