Opina Tomás Heredia. Discrepa totalmente con los puntos de vista del licenciado Roberto Marcelo Lauría Sorge respecto a la minería a cielo abierto. “Por lo que escribe, parece que estamos frente a otro improvisado, que a modo de monografía, mezcla datos de aquí y de allá, todos pegoteados con el veneno del fundamentalismo ambiental, que es más contaminante que cualquier emprendimiento minero”, afirma. También apunta sus dardos contra la legisladora del ARI Magdalena Odarda.
¿El señor Rodolfo Marcelo Lauría Sorge en qué está licenciado? Por lo que escribe, parece que estamos frente a otro improvisado, que a modo de monografía, mezcla datos de aquí y de allá, todos pegoteados con el veneno del fundamentalismo ambiental, que es más contaminante que cualquier emprendimiento minero. El señor Lauría expone nuevamente el Apocalipsis, donde la fauna y la flora desaparecerán a cientos de kilómetros de una mina. Veinte años de Farallón Negro y diez años de Cerro Vanguardia produciendo oro por cianuración, parece que no alcanzan como ejemplo para los que no son buscadores de verdades.Los datos de catástrofes ambientales a que se refiere, en Estados Unidos o la Cochinchina, pertenecen a un pasado fuera de nuestras fronteras, dentro de las cuales Argentina exhibe reglamentaciones ambientales de avanzada en el mundo, salvo que el señor Lauría crea que todos los funcionarios del Estado que monitorean la industria minera son corruptos como la actual Secretaria de Medio Ambiente, ferviente detractora de la minería, seguramente porque de ella nunca pudo obtener prebendas. El señor Lauría doctorea y eleva a categoría de científico inapelable al señor Pizzolón. Es el mismo que afirmó suelto de cuerpo que el Arroyo Amarillo del Cordón de Esquel estaba contaminado por la exploración de Meridian, argumento principal usado para conseguir la adhesión del pueblo de Esquel para decir No a la mina.Cuando la Universidad de Buenos Aires corroboró lo que muchos casi gritamos, que el Arroyo Amarillo estaba contaminado desde hace centurias, simplemente porque escurre sobre rocas sulfatadas naturales de la región, el señor Pizzolon ni se sonrojó ni se rectificó de sus dislates en ningún medio. Es el mismo que, asociado con el singular personaje antiminero Rodríguez Pardo, recorre cuanta tribuna puede diciendo siempre lo mismo, aggiornando el discurso según la ocasión. Rodríguez Pardo es un “sanatero pseudo científico” que empezó su carrera en Trelew, usando las mesas de café como tribuna. Luego, autotitulado periodista free lance y experto en temas ambientales, descubrió que las ONG son un excelente negocio. También le gusta que le llamen licenciado y no se ruboriza por ello.Volviendo a Lauría, opino que es poco serio la mezcla de datos de su intento monográfico, ya que habla por ejemplo de la remediación de minas como si esto lo hiciera el Estado, cuando en realidad, por ley, toda empresa minera debe separar anualmente de sus utilidades fondos para aplicar en el futuro e inevitable cierre de mina. ¿Cómo se llama a esa desinformación? ¿Es ignorancia o mala intención? Habla también de avasallamiento a propietarios superficiarios en Río Negro, cuando es sabido que al ser la actividad minera de interés público, toda empresa minera debe someterse a procedimientos legales y de cumplimiento del Código de Minería a través de cada Autoridad Minera, en este caso la de Río Negro.Si quiere enterarse más, Lauría, en esa oficina lo van a asesorar para que no siga agregando inexactitudes malignas a su discurso. En cuanto a Magdalena Odarda, frustrada gobernadora que primero se aseguró un puesto en la Legislatura, ya sabemos que su caballito de batalla es la antiminería. Sigue en ella porque sabe que es fashion atacar una industria fundamental que sigue adelante a pesar de todo A ella (a la legisladora) no le importa la verdad. Sólo sabe montarse sobre el tema antiminero porque de algún modo le permite mantener su sueldo y sus viáticos pagado en parte con mis impuestos. Mire Odarda, le voy a dar un consejo gratis: no hable más de la exploración con cianuro y mercurio, porque esos químicos jamás se usan en el descubrimiento de elementos mineros que usted disfruta todos los días, desde el acrílico de su ropa interior hasta el abrigado polar que seguramente tiene. Empiece por despojarse de esas prendas para ser consecuente con sus ideas. Chile, sin pampa y sin soja, va a la cabeza de la economía latinoamericana, reconvirtiendo para su sociedad los beneficios que dan sus metales. Supongo que Odarda no creerá que la floreciente economía chilena proviene de las naranjas de Antofagasta.Por otro lado, por si no lo sabe, voy a volver a machacar que después de la soja, nuestros productos minerales, metálicos y no metálicos, son la segunda fuente de divisas de las arcas nacionales dejando muy atrás a la carne y el trigo y la minería da empleo a miles de trabajadores, técnicos y profesionales argentinos. Los guarismos son sorprendentes, averígüelo Odarda, usted que tiene contactos. En el mismo orden de entusiasmo que me ha provocado leer las últimas andanzas en contra de la minería, llego a la conclusión que el daño que se le está haciendo a las economías regionales de Patagonia a través de “sanateros” y funcionarios incompetentes es de una tremenda gravedad, equiparable a una escisión territorial mensurable sobre el interés nacional, esto es del aprovechamiento integral y sustentable de todos sus recursos en pos del bienestar común.De paso, aprovecho este medio para lanzar la constitución de un Frente de Desarrollo Regional, pro uso integral de nuestros recursos, bajo estrictas normas de protección ambiental, como las que existen, simplemente amparadas por nuestra Constitución. Todos los lectores que quieran integrarlo, que se manifiesten. Decía mi abuelo que "el rumor y la maledicencia son difíciles de neutralizar". Sin embargo soy optimista, porque más tarde o más temprano siempre se descubre al autor del crimen. Tomás Heredia
http://www.bariloche2000.com/article.php?story=20070727215326301
viernes, 3 de agosto de 2007
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