jueves, 31 de mayo de 2007

Desde Salta, defienden a la minería

Escribe Guillermo Gimeno. Sostiene que el estado no debe competir con los privados y menos en negocios de alto riesgo, critica a un programa de tevé y espera que la autoridad minera nacional reaccione frente a los "ataques absurdos".

El día 22 del corriente, por el canal Telefé el programa La Liga, volvió a la carga con su habitual campaña de desinformación y tergiversación de la actividad minera en Argentina. Esta vez le tocó el turno al Proyecto Veladero y como es habitual en este tipo de invectivas solo se escucha una campana, que siempre curiosamente es la más desinformada y otras veces, la más interesada en informar mal. También curiosamente, el reportaje al Gobernador Gioja no debe haber sobrepasado los treinta segundos por lo cual no pudo expresar los enormes beneficios que la minería aporta a la provincia de San Juan. Un biólogo explicaba que a causa de proyectos como Veladero, en algunos años más, desaparecería nuestra Cordillera de los Andes. Este “profesional” no explicaba en la maqueta que exhibía, que todo se trata de una cuestión de escala. Los proyectos mineros ubicados en esa cordillera son de una magnitud infinitesimal, frente a las colosales dimensiones de la cadena montañosa.Por su parte, una humilde habitante de Jachal, cuestionaba porqué este emprendimiento no lo realiza el Estado Nacional para beneficio de todos. Obviamente que ninguno de los “periodistas” que intentaban describir los males que vienen de la mano con la minería, se ha molestado en leer el Código de Minería donde expresamente se prohíbe al Estado (art. 9 - CM) dedicarse a esta actividad de alto riesgo. Los que tenemos buena memoria aún recordamos las tristes experiencias de HIPASAM y Altos Hornos Zapla, con su historia de ineficiencia y corrupción. Similar situación lo constituían las viejas Áreas de Reserva, que durante décadas permanecían totalmente inactivas.El Estado no debe competir con los privados y menos en negocios de alto riesgo. Sin esta premisa cabe la pregunta ¿por qué no jugar en el casino con el virtuoso fin de acrecentar las reservas?. Parece que nadie les ha explicado a estos seudo periodistas, que detrás de cada proyecto minero exitoso, hay en promedio noventa y nueve fracasos. La realidad es que los enormes costos de fallidos proyectos, los pagan las empresas privadas y no el Estado.Los que conocemos del negocio minero, recordamos también aquellos tímidos esfuerzos para promover la actividad en los años 70 y 80, con las denominadas leyes de Promoción Minera. Uno de sus loables objetivos fue el de suprimir importaciones de minerales, muchos de ellos existentes en el país, y cuya importación significaba egresos de divisas por más de mil millones de dólares anuales. Los resultados de esta política de promoción, fueron de un absoluto fracaso.Argentina no ha tenido tradicionalmente la necesaria cultura minera como para que nuestros empresarios asuman el riesgo de un proyecto de exploración, como así tampoco la banca nacional está dispuesta a financiar proyectos de alto riesgo como son los mineros. Por ello fue, que durante la década de los 90 se promovió la inversión minera por parte de compañías internacionales habituadas a asumir estas contingencias. A modo de ejemplo, el Proyecto Bajo de la Alumbrera era conocido desde los años 40, aunque recién entró en producción a partir de 1995 (medio siglo después!). Para ello se necesitó de una empresa internacional (Musto Exploration Ltd.) que asumió el riesgo, no solo desde el punto de vista minero, sino también por la seguridad jurídica ya que las nuevas leyes mineras aún no habían sido votadas.Asimismo sería sano en un país democrático como el nuestro, si lo que en definitiva se cuestiona con la remanida frase “vienen a llevarse lo nuestro” es la regalía del 3% a percibir por las provincias, pues bien pongámosla en la mesa de las discusiones, pero no por ello ataquemos a una actividad absolutamente lícita y generadora de empleos y múltiples beneficios para la Argentina de hoy.Finalmente resulta preocupante que la autoridad minera nacional siga con su habitual política del “dejar hacer, dejar pasar” frente a estos ataques absurdos. La realidad nos muestra que los denostadores de la actividad, se encuentran más organizados y en consecuencia tienen más y mejor llegada a los medios y a la población en general. Guillermo Gimenoguillermogimeno@fibertel.com.arSalta, mayo 24 de 2007,-

http://www.bariloche2000.com/article.php?story=20070525022306761

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